El Mediterráneo es la cuna de la civilización y posee un magnetismo especial que nos hace sentirnos como en casa. El hogar cálido y acogedor donde los días son más largos y más felices.
En Samaguil ya os hemos hablado de la cultura mediterránea y de su clima, pero es momento de dar un paso más. Queremos hablaros de la seña de identidad de nuestros proyectos: la vegetación mediterránea. Con la vegetación autóctona ponemos de relieve que en esta zona del mundo convergen singularidades únicas que no se dan en ninguna otra parte del planeta. Ya conocemos el carácter de sus gentes, los 320 días de sol al año, pero nos falta conocer el entorno. La vegetación tan particular que unge todos los espacios litorales, los colores que resaltan en el blanco de las escayolas, los olores y fragancias que desprenden sus flores milenarias y que convierten este lugar en un espacio de equilibrio sostenible en perfecta armonía.
Características de la vegetación mediterránea
Con la inclusión de la vegetación mediterránea en nuestros trabajos disfrutamos de algunas plantas que han evolucionado a los largos de los siglos y que poseen peculiaridades únicas. El clima poco lluvioso y las muchas horas de luz que acompañan los días, hacen que la vegetación tenga que adaptarse al entorno. La resistencia a la aridez de los vegetales de estas zonas es extraordinaria. Poca gente sabe que el romero es capaz de plegar sus hojas para reducir la densidad del aire dentro de sus cavidades y así poder nutrirse del vapor de agua.
¿Por qué utilizamos este tipo de vegetación en nuestros residenciales?
Un pilar básico de la existencia de estas plantas es su resistencia innata al fuego. Las plantas que crecen en la cuenca del Mediterráneo son pirófitas. Muchos de los ejemplares que ves creciendo de forma natural son resistentes al fuego. Podrían soportar un incendio poco virulento y aprovechar las cenizas y restos orgánicos de otras plantas calcinadas como nutrientes para seguir su colonización del terreno.
En el Mediterráneo se respira vida y parte de esa fragancia se lo debemos a muchas de las plantas aromáticas que decoran nuestro entorno. El romero, la lavanda o el tomillo crecen de forma abundante en estas zonas y dotan al ambiente de un olor intenso y agradable.
Otro de los puntos fuertes de la vegetación que acompaña a este clima, son los muchos colores de sus flores. De enero hasta junio es fácil encontrar campos enteros llenos de flores que adornan los paisajes.
Ya sea por su gente, su clima, su vegetación o sus aromas, el Mediterráneo nos empapa de calma y bienestar para hacernos sentir que estamos en casa.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]